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Marzo 2014. Los siete maestros taoístas



Uno de los principales textos del taoísmo, el Dao De Jing, comienza con una advertencia: «el tao que puede ser nombrado no es el verdadero tao». Partiendo de esta sentencia casi absoluta, podemos caer en el engaño de pensar que hablar de taoísmo es complejo, quizá insuficiente o inapropiado. Sin embargo, el sabor que emana de esta corriente, bien religiosa o bien filosófica, que impregna el alma profunda de todo lo chino, nos obliga cuando menos a husmear para conocer el origen de ese cálido y aterciopelado perfume.
Quizá, como punto de partida, deberíamos fijarnos en la cita del investigador francés Roger-Pol Droit en su fantástico libro El ideal de la sabiduría: De Lao-zi y el Buddha a Montaigne y Nietzsche, que nos marca también otra instrucción correlativa a la primera: «al menos sabemos qué camino evitar: el de la certeza».
En el texto que tenemos previsto compartir para este próximo mes de febrero, podemos adentrarnos en este mágico, atractivo, exótico e incierto mundo taoísta a través de una historia, simple, pero repleta de indicaciones sobre una ruta desordenada hacia la sabiduría y hacia una posible forma de inmortalidad.
El universo taoísta está repleto de anécdotas, de personajes ilustres de alto rango celestial y de humildes sombras humanas, de sabiduría sin parangón, escondidas entre los líquenes húmedos de las altas montañas de china. Este libro nos habla de seis de estos hombres y de una mujer enrolada en un mismo destino común, la iluminación y el encuentro con el tao.
Nos encontramos ante una novela anónima escrita o sacada a la luz durante la dinastía Ming (1368-1644). Los personajes que aparecen en la obra gozan de historicidad  demostrada en los anales de una de las escuelas taoístas más influyentes, la de la Completa Realidad (vivieron entre las dinastías Song y Yüan). El maestro Wang Ch´ung-yang aparece como el director de orquesta de este elenco de 7 discípulos a los que instruye en su devenir hacia el Tao mediante pruebas e instrucciones recibidas directamente de su comunicación personal con el cielo.
El libro está plagado de curiosas historias y peripecias en forma de aventuras en las que los personajes muestran su determinación por la búsqueda de la iluminación, pero también muestran los impedimentos, puramente humanos, que deben superar para poder ascender por este duro sendero hacia el magisterio.
Los siete maestros taoístas es uno de los textos del camino del Tao que enseña desde la instrucción diferida, contando una historia para que, tanto los personajes como el lector, aprendan y comprendan un mensaje no siempre asumible desde el simple o complejo razonamiento. Una poesía o un sueño susurrado en el que lo evidente se deja entrever junto a lo puramente mágico. Un onírico viaje por una china ya inexistente en la que el alma de todo lo humano que acontece en la historia se mueve entre sus letras siempre en la dirección ascendente del destino de sus personajes.
Veamos qué da de sí su lectura y a dónde nos llevan después las reflexiones compartidas.

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