Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019

Seguir sin detenerse. 53

Aferrarse para sucumbir no parece muy inteligente. Estar en lugares de peligro, lugares en los que la manada está expuesta de continuo, quizá solo atrae el interés de aquellos que devoran todo a su paso. No es lógico enquistarse en uno mismo para saborear de forma interminable el elixir de lo conseguido. Al menos la conciencia de haber logrado lo que nos proponíamos ya es regalo suficiente antes de marchar. Nos quedamos retozando en esa sensación placentera que no es más que una chispa de los mil fuegos que nos esperan. No tiene sentido esperar ahí, hay que seguir la ruta porque el camino no descansa. Se tuerce, se empina y, a veces, se convierte en un vacío que atravesamos sin ningún punto desde el que empujarnos o frenarnos. El vacío final nos recogerá con la inercia que nuestro presente nos va prestando poco a poco, de ascenso, de descenso o hacia la quietud de quedarse allí donde ningún viento nos será propicio para el avance. Es difícil enfrentarse a las sensaciones de