Visita conkdekungfu.blogspot.com Nos alejamos demasiado de la luz interior que nos produce. Lo hacemos ensimismados por luces extrañas que reflejan objetos, ideas y sensaciones que nada tienen que ver con el Ser. El cielo nos espera siempre en el mismo lugar y perdemos la perspectiva cada vez que desviamos la mirada de ese centro que nos obliga a ascender. Es la luz de un camino certero la que debemos recorrer como si de un río enhiesto se tratara. Un río de luz cuyo cauce alimenta nuestra despedida permanente de la materia que contiene nuestro espíritu. Sin tristeza transitamos y nos desmoronamos cada vez que la razón se nos cuela imprevisible y nos coloca proyectados en el momento final definitivo. Ese fundamento del Tao , entro muchos otros, es la única guía para no iluminar demasiado un vacío inexistente y recorrer los senderos de sentido que nos propone la verdad absolutamente comprendida. El silencio nos la da. La paciencia nos otorga ese motivo para andar despacio este